UN DÍA DE PINTADO
En mis días libres ayudo a mi padre en la cerámica. Aprendí desde pequeño en el taller de mi padre, me gusta el tallado, que lleguen a transmitir lo que se siente en esos momentos, también el pintado y decorado.
Hice mis primeros tallados a pura cuchilla (ya que no sabía utilizar otras herramientas), quería superarme yo mismo hasta tal punto que me quedaba horas tratándolo de hacer mucho mejor y cuando era quemado recién veía los resultados.
Después del quemado llega a ser el pintado, osea darle color a la cerámica para que como en mayoría "cobre vida".
Por un encargo de mi padre, empecé a pintar el famoso "Chuncho" que tenía que ser presentado al Mincetur.
Al combinar colores y darle su detalle, viene el decorado, que para mí es darle la chispa que da vida al producto.
El resultado que se ve después es una cerámica que en el fondo de su historia, está hecha con una buena calidad.
Decorar sus ojos, pensando a donde mirar, sus líneas que lado o que borde.
y que quede como la transmisión de este sentimiento.